Crisis del Cobre: Lo Peor Puede Estar Aún Por Llegar
Ya es sabido que la actual crisis del cobre, la peor a ojos de – Diego Hernández, Presidente de Antofagasta Plc y Vicepresidente de Sonami – no viene sola, de la mano están la reforma tributaria y la reforma laboral, las que sumadas han hecho que las políticas de inversión en Chile den un pie atrás, pero si este no es el peor escenario, ¿cuál sería?
El actual precio del cobre tiene en vilo a la pequeña y mediana minería, todo inmerso en una situación macroeconómica compleja y según Hernández la economía está tan viciada por ajustes y reformas, que será muy difícil sanearla. Califica la reforma tributaria como definitivamente mala y no confía en la capacidad de estos cambios para mejorar el escenario actual ni siquiera en un largo plazo.
Sin inversión no hay crecimiento, sin una política que incentive a los capitales extranjeros y les brinde la estabilidad y transparencia político-económica tan reconocida hasta hace algunos años, no habrá inversión alguna. A nivel local, las empresas han debido tomar medidas drásticas para ajustarse en esta crisis, pero lo peor aún no ha pasado. Existe la latente posibilidad de que el precio del cobre baje de los US$1,8 la libra, con lo que no son pocas las empresas que agonizan porque sus costos de producción superan ese monto. Las grandes mineras tienen economías de escala, mientras la mediana y pequeña minería ven el futuro con pánico frente a la posibilidad de sencillamente paralizar su funcionamiento. Con este posible escenario en la mira, Hernández asegura estar trabajando con la Enami y el Gobierno para mejorar el precio de sustentación y permitir sobrevivir a la pequeña minería. La mediana desgraciadamente no es beneficiada con el precio de sustentación y sus costos son superiores al precio del metal hace bastante rato, por lo que es éste el sector más perjudicado y cinco o seis faenas ya están ad portas de cerrar.
En la gran minería se puede sobrevivir, a lo más suspender operaciones con nula rentabilidad, lo que debiera durar lo que dure la crisis, entre tres a cuatro años. Si el precio baja de US$2 la libra, cerca del 20% de la producción del metal rojo se vería obligada a detenerse, más de lo que ya se ha detenido. Estas grandes empresas que mantienen importantes montos de deuda viven momentos complejos, porque el precio baja, los activos bajan pero la deuda se mantiene, con lo que su valor como empresa baja. Las acciones bajan y no hay dividendos, escenario poco atractivo para los accionistas. Si bien estas empresas no van a quebrar, pueden ser fusionadas, vendidas o compartir la propiedad con los bancos.
Con un precio del cobre extremadamente bajo (menos de US$1), las paralizaciones no durarían mucho, ya que al cerrar faenas se disminuye la oferta y el precio vuelve a subir. Pero con precios entre US$1,5 y US$1,2 más del 30% de las operaciones derían cerrar, sólo resistirían mineras con costos muy bajos, como Escondida, Antofagasta Plc, Collahuasi y parte de Codelco.
Al comienzo se pensó que se trataba de seis meses, a lo más un año malo para la minería del cobre, hoy se habla de hasta cuatro años antes de un repunte importante. El precio se ha mantenido relativamente estable los últimos días, roguemos porque así se mantenga, porque cae el cobre en Chile, todo el resto lo sigue, como una fila de fichas de dominó.