Fundición: El Tema vuelve a la Palestra
Con el bajo precio del cobre, el tema de las fundiciones surge una vez más luego de ser casi descartado en momentos en los que la rentabilidad de este metal estaba por los cielos y no se veía la necesidad de invertir en maneras de procesar el mineral como por ejemplo las fundiciones.
Cochilo, con el fin de estudiar a fondo la situación actual y posible futuro de la minería del cobre, organizó el seminario “Tendencias del mercado y la producción futura del cobre” en el que la Ministra de Minería, Aurora Williams llama a reconsiderar invertir en refinerías y fundiciones, altamente más rentables que la comercialización de concentrado de cobre.
En el mejor momento el cobre refinado en Chile era el 20% de la producción mundial, hoy es el 9% y la situación de las fundiciones es poco clara mientras no se adapten a las exigencias ambientales y de mercado. Los altos gastos en energía y mano de obra fueron lo que alejó a inversionistas de las fundiciones, a lo que se suma el que hoy Chile tiene un costo más alto -US$ 206 la tonelada- que el precio mercado de cobre fundido a nivel mundial, de US$ 117.
Actualmente en Chile existen tres fundiciones, como Alto Norte, Chagres y Ventanas, las que deben ajustarse a la norma de capturación de emisiones desde diciembre de 2016. Otras cuatro: Caletones, Chuquicamata, Hernán Videla Lira, y Potrerillos deben cumplir con mayores índices de captura a diciembre de 2018. Pero no es sencillo, se requiere de inversiones multimillonarias y los plazos apremian. En medio de una crisis como la que está viviendo la minería chilena, no es sencillo destinar recursos que ya están comprometidos para otros temas. Si bien esto dificulta el cumplimiento de los plazos establecidos, no es factible seguir postergando la entrada en vigencia de las normas, ya que esto es señal de políticas poco claras y no resulta atractivo para los inversionistas. Por lo demás, al cumplir con la norma y aumentar los niveles de captura de arsénico y Eco2, se obtienen procesos de fundición más eficientes.
Existe consenso en muchos sectores sobre el rol estratégico que cumplen las fundiciones en un país en el que la minería del cobre es el principal motor de la economía. En este marco, Cochilco estima que se necesitarían más de US$ 2.000 millones sólo para que las fundiciones existentes puedan cumplir con la norma de emisiones vigentes antes del 2018. La Ministra Williams llama a volver a considerar estas inversiones y desarrollar a fondo el tema de las fundiciones para paliar los efectos de la escasa rentabilidad del concentrado; el Vicepresidente Ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández afirma que no se trata de eso. Para Hernández lo importante es lograr acuerdos reales en materia de políticas públicas, comenzando con la creación de una Comisión Presidencial para políticas relativas a las fundiciones en Chile. Agrega que es fundamental que el Estado aprenda de los errores cometidos y que entienda que al quitarle la totalidad de las utilidades a Codelco, impide que la estatal reinvierta en desarrollos que la hagan más competitiva en el mercado. De no retomar el desarrollo de fundiciones, Hernández estima que Chile perderá presencia en el mercado mundial del metal rojo y no será atractivo para futuros inversionistas.
La existencia de una política país respecto a la fundición de cobre es fundamental considerando que la producción de cobre en Chile tiene un alto contenido de arsénico, lo que implica mayores exigencias para participar en el mercado. Otra razón que hace de esta política algo vital es el riesgo para el país que China se convierta en una omnipresencia en el negocio de la fundición.
El concentrado ya no es la maravilla que fue, el cobre metálico tiene una mayor rentabilidad, pero la clave está en equilibrar ambos y mantener presencia en los dos mercados. El negocio de la fundición permite tratar localmente el concentrado, especialmente la parte que no tiene buen precio y da mayor independencia al no depender de una facultad manejada por terceros.
Hoy las fundiciones en Chile están lejos, en términos de competitividad, de la China y otros países de la OCDE, principalmente por la falta de inversión en la industria. La producción de concentrado irá en aumento y en este escenario la necesidad de fundiciones nacionales se hace inminente, pero pese a tener una rentabilidad prácticamente garantizada, no ha inversionistas.